Los niños autistas pueden tener dificultades para ir al dentista. Es probable que el niño no esté familiarizado con el dentista al que acude sólo dos veces al año, y el entorno, los olores y las vistas extrañas pueden desencadenar un ataque de nervios. Afortunadamente, hay medidas que puede tomar para que la visita de su hijo al dentista sea lo menos estresante posible.
A continuación, te ofrecemos seis consejos y trucos para que la próxima cita de tu hijo con el dentista sea cómoda y sin complicaciones.
1. Encontrar el dentista adecuado
Lo mejor es buscar un dentista que tenga experiencia trabajando con niños autistas o con otras discapacidades. De este modo, el dentista sabrá cómo tratar a su hijo y se sentirá cómodo atendiendo sus necesidades específicas. Además, el personal de la consulta estará preparado para tratar a su hijo de la mejor manera posible. Por último, la consulta en sí puede estar diseñada de forma que resulte lo menos estresante posible para un niño con espectro, con juguetes sensoriales, una zona de espera libre de desencadenantes y un ambiente tranquilo en general que pueda ayudar a su hijo a relajarse.
Tanto si eliges un dentista que trabaja con niños con TEA como si no, es una buena idea hablar con él sobre las necesidades y retos específicos de tu hijo antes de la cita.
2. Prepare a su hijo
Como siempre, deberá preparar a su hijo lo mejor posible para esta experiencia desconocida. Hable con su hijo durante las semanas y días previos a la cita y hágale saber exactamente qué puede esperar. Puede enseñarle una foto del dentista y del personal de la consulta para que le resulten familiares. Si aún le preocupa que su hijo lo pase mal en la consulta, puede jugar en casa a los dentistas con instrumentos dentales reales antes de la visita. Deja que tu hijo toque y sostenga los instrumentos y practica un examen dental con él si te lo permite. Representar la cita con el dentista antes de acudir a ella ayuda a tu hijo a normalizar la nueva experiencia y le permite saber qué puede esperar.
Algunos dentistas permiten a los pacientes con TEA visitar la consulta antes de la cita. Esta puede ser una buena forma de aliviar la ansiedad de tu hijo y hacer que la visita sea lo más tranquila posible. Hable con su dentista para programar una visita en las semanas previas a la cita.
3. Crear una historia social
En los días previos a la cita, una historia social, también conocida como agenda visual, puede ser muy útil para preparar a su hijo para las nuevas imágenes, sonidos y sensaciones que encontrará en la consulta del dentista. Un relato social desglosa la secuencia de acontecimientos que experimentará su hijo para ayudar a calmar su ansiedad y hacer que la rutina le resulte familiar. Cada paso de la historia social puede ir acompañado de una foto, lo que puede ser especialmente útil para su hijo.
He aquí un ejemplo de historia social para una visita al dentista:
- Mañana iremos al dentista para asegurarnos de que mis dientes y mi boca están limpios, fuertes y sanos.
- Tendremos que llevar mascarillas en la consulta del dentista a causa del coronavirus.
- Entraremos en la oficina y diremos nuestros nombres a la gente de recepción.
- Esperaremos mi turno en una sala de espera. Hasta que digan mi nombre, jugaremos, veremos la tele y leeremos.
- El higienista me llamará por mi nombre y me acompañará a una sala con una silla especial.
- El sillón especial se moverá hacia arriba y hacia abajo y se inclinará hacia atrás para que el dentista pueda mirar dentro de mi boca.
- Cuando me siente en la silla, mantendré las manos sobre el vientre y pondré las piernas y los pies estirados delante de mí.
- Cuando el dentista me dice "Abre bien la boca" o "Di ah", abro la boca todo lo que puedo.
- Encima del sillón habrá una luz brillante para que el dentista pueda ver el interior de mi boca. Si la luz me hace daño en los ojos, puedo pedir unas gafas de sol especiales o cerrar los ojos.
- El dentista contará mis dientes con un espejo especial. Puede que me haga un poco de cosquillas, pero no me dolerá.
- El dentista me hará unas radiografías especiales de los dientes. Tendré que llevar un delantal grueso para tomar estas imágenes.
- El dentista me limpiará los dientes con herramientas especiales.
- Cuando todos mis dientes estén limpios, escupiré en un pequeño lavabo cerca de la silla.
- El dentista me dará una bolsa especial con un cepillo de dientes nuevo y pasta dentífrica.
- Me darán un premio especial cuando termine mi cita y esté listo para salir de la oficina.
4. Haga que su hijo se sienta lo más cómodo posible
Además de preparar mentalmente a su hijo para la visita, querrá asegurarse de que esté lo más cómodo posible en el dentista. Puede llevar la manta o el juguete favorito de su hijo para que lo sostenga en el dentista. Una pequeña pelota sensorial puede sostenerse fácilmente mientras examinan los dientes de su hijo y puede hacer maravillas para relajarlo.
5. Haga pausas frecuentes durante la cita
Si su hijo experimenta una sobrecarga sensorial a causa del movimiento, las luces y los sonidos de la consulta del dentista, permítale tomarse un descanso de la cita saliendo un rato al exterior. Deje que su hijo respire hondo para tranquilizarse o que dé un paseo rápido por la manzana. Unos minutos lejos de todas las luces y sonidos pueden ayudar a su hijo a relajarse.
6. Cepillar con cuidado
Cepillarse los dientes con regularidad es la base de la salud dental, y una próxima visita al dentista es el momento perfecto para perfeccionar la rutina de cepillado dental de su hijo. Si su hijo es un niño sensorial, considere la posibilidad de utilizar un cepillo eléctrico para conseguir una estimulación adicional que haga más cómodo este hábito. Si su hijo es sensible al cepillado, utilice dentífrico sin sabor y un cepillo de cerdas suaves para minimizar las molestias.
Una visita al dentista puede ser desencadenante para un niño con TEA, pero con una preparación suficiente utilizando los consejos enumerados anteriormente, puede ayudar a que la visita sea cómoda y fluida.